Cuando preparas una entrevista de trabajo, ¿qué haces? Seguro que rápidamente vienen a tu mente cosas como revisar el currículum, prepararte las posibles preguntas que puedan hacerte y prepararte la ropa. Pero… ¿tienes en cuenta la expresión corporal? Puede parecer absurdo pero es real: sin hablar decimos mucho.
¿Cuándo es importante controlar esto? Por ejemplo, si
gesticulas mucho, es probable que en situaciones de nervios (como una
entrevista) tiendas a hacerlo más y esto pueda causar mala impresión al entrevistador.
Es importante que tengas estas cosas en mente para poder controlarlas.
Seguro que te vienen a la cabeza más preguntas: ¿cómo saludo a mi entrevistador? ¿Qué hago con las manos durante la entrevista? ¿Cruzo los brazos? ¿Las coloco encima de la mesa? ¿Cómo las muevo al hablar? Estos simples gestos pueden restarte o sumarte puntos en la entrevista personal.
¿Por dónde empiezo?
Como en Job Today somos buena gente, queremos brindarte algunos consejos para que tu lenguaje corporal no perjudique tu selección dentro de una entrevista:
- ¡Antes de nada! Adecúa tu imagen a la imagen de la empresa. Es más sencillo de lo que crees, si lo piensas: evitar
símbolos, cuidar la higiene personal, no llevar perfumes excesivos o no
maquillarse demasiado. Cuidar la imagen personal resulta ser fundamental para
el entrevistador. Te recomendamos ver con anterioridad, la imagen y el perfil
de la empresa para estar lo mejor posible para ese día tan esperado.
- Recuerda siempre establecer
un contacto visual directo
con el entrevistador. Hacer contacto visual durante toda
la entrevista con el entrevistador resulta satisfactorio. Evitar la mirada de
la persona con la que hablas denota poca transparencia por tu parte. Si mirar a
los ojos te resulta especialmente incómodo, puedes probar a fijar tu mirada en
el espacio que hay entre las dos cejas, justo donde empieza la nariz. Tu
entrevistador no notará que esquivas su mirada.
- El saludo es clave. Si
el saludo con tu entrevistador es un apretón de manos, es importante que no sea
demasiado débil, pero tampoco le aprietes demasiado. Recuerda que es el primer
contacto con él, de manera que al estrechar la mano debes transmitir confianza
sin intimidar al entrevistador.
- No olvides sonreír. Desde
el momento en el que te recibe el entrevistador, hasta la despedida, intenta
mantener la sonrisa. La sonrisa te hará parecer amable, receptivo, simpático y,
sobre todo, seguro de ti mismo. A la hora de la selección, la sonrisa y la
simpatía siempre se tienen en cuenta para el ambiente de la empresa.
- Mantén una postura corporal correcta: espalda erguida y mirada al frente. La postura te hace
sentir una persona segura y firme. Una persona con una postura relajada, da la
impresión de una persona insegura, poco responsable y poco seria.
- Evita
gestos que transmitan rechazo o inseguridad. Intenta no
esconder las manos debajo la mesa o debajo de tus piernas para evitar moverlas
demasiado y parecer sobreactuado. Cruzar los brazos en una entrevista no es una
buena idea, ya que puede hacerte parecer una persona insegura, cerrada y con
miedo a los cambios. Lo más recomendable es apoyar las dos manos sobre la mesa
pero sin invadir el espacio del interlocutor, y que los gestos de las manos se
ejecuten acorde con tus palabras.
Quizá
pueda parecer algo muy complicado (sobre todo en la entrevista, donde todos nos
ponemos un poco nerviosos) pero son cuestiones simples. Si tienes dudas sobre
si exageras algún punto de gesticulación mientras hablas, pregúntale a alguien
cercano a ti, que seguramente se habrá fijado en ello con anterioridad (haznos
caso: ¡funciona!).