Preparación del entorno de trabajo:
Inspección previa de superficies a tratar.
Colocación de protecciones plásticas y cintas para evitar salpicaduras en áreas no deseadas.
Asegurar condiciones adecuadas de humedad, temperatura y ventilación según el producto.
Preparación de la maquinaria:
Verificación del estado de la máquina de proyección, mangueras, pistola y sistemas de mezcla.
Control de presión, temperatura y dosificación de los componentes químicos (poliol e isocianato).
Carga y conexión segura de los bidones o depósitos de producto.
Aplicación de la espuma:
Proyección uniforme sobre superficies (techos, muros, suelos, cámaras) respetando los espesores establecidos.
Manejo seguro y preciso de la pistola de proyección.
Realización de pasadas controladas para evitar burbujas, huecos o acumulación de producto.
Control de calidad:
Verificación del curado y adherencia del producto.
Comprobación de que el espesor y expansión cumplen las especificaciones del proyecto.
Identificación y corrección de posibles defectos o imperfecciones.
Limpieza y mantenimiento:
Limpieza de la zona de trabajo tras cada aplicación.
Mantenimiento básico de la maquinaria y herramientas.
Gestión adecuada de residuos y envases químicos conforme a normativa ambiental.
Cumplimiento de normativa y seguridad:
Uso obligatorio de EPI (mono, guantes, máscara con filtro, gafas, protección auditiva).
Seguimiento de los protocolos de prevención de riesgos laborales.
Notificación de incidencias o condiciones peligrosas al responsable directo.